Señores y señoras... ¡Sean ustedes bienvenidos!

El bebé recién nacido llora de desconsuelo al darse cuenta de que ha dejado atrás su pequeña cueva de comfort y ha llegado el momento de enfrentarse al exterior. Llora y gime mientras es acariciado y limpiado por una desconocida con un horrible tapabocas. Grita "¡Epa, qué confiancitas, ¿eh?!" y parece no ser escuchado siquiera. Observa horrorizado cómo un energúmeno de cabeza cubierta lo ataca con unas tijeras, cortando de tajo toda conexión con su yo anterior. "¡Eh, no tires eso! ¡Planeaba disecarlo! Ah, mierda... ¿Qué aquí nadie habla español?" Aquel asesino de cordones umbilicales le dice después a su madre, como si todo estuviera bien: "Su hijo está perfectamente sano."

¿Sano? ¿Es acaso una broma? Al pequeño le acaban de horadar el ombligo sin anestesia general, lo trajo al mundo un hombre que vive de toquetear las partes privadas de su madre, su papá coquetea con la enfermera pidiéndole un baño y el trauma que le causará que su primer contacto físico con alguien haya sido una nalgada será irreparable... Ajá, el niño está perfectamente sano, ¡y si mi abuelita tuviera malta sería un corn flake!

A primera vista, el mundo parece aterrorizante. ¿Podrá acaso el niño crecer a salvo? ¿Se convertirá en un flamante empresario o venderá pastillitas de menta en el metro Etiopía? ¿Conseguirá una novia hermosa e inteligente o terminará presumiendo un estandarte con el lema "Hoyo... aunque sea de pollo"? ¿Tendrá una familia feliz o su padre conseguirá al cabo de unos pocos años aquél tan deseado baño de esponja? Todo esto (¡y más!), descúbralo en ...Y si mi abuelita tuviera malta, sería un corn flake..., éste, su blog, mi blog, nuestro blog... no, de hecho sí es mío.

martes, 18 de mayo de 2010

Para inspirarse como los grandes. Parte I.

¿Qué hacer cuando la inspiración escapa a sus manos? ¿Existe alguna manera de atraerla y mantenerla en su regazo hasta que ya no la necesite? ¿Qué procedimientos existen para refrescarse la maceta y acabar con la sequía? ¿Alguna vez usted ha sentido que, por más que se exprime la cabeza, ni siquiera un barro hace su feliz aparición? Por suerte, sí hay maneras científicamente comprobadas (el que ose decir que no soy un científico se irá al Infierno) de llegar a un estado de inspiración continua, en el cual incluso la persona menos creativa del mundo es capaz de pintar un David o esculpir una Mona Lisa (¡Advertencia! La palabra correcta es "esculpir", no "escupir": evite a toda costa cualquier tipo de confusión). Este artículo en varias entregas los llevará paso a pasito por el camino correcto en la búsqueda de las musas, pues, como dice el conocido refrán, "hasta la musa más apretada afloja de una bofetada".




Para inspirarse como los grandes
-Guía teórico-práctica-
Parte 1



1. Antes que nada, hay que ponernos de acuerdo con la definición de la palabra "inspiración". La RAE dice en su primera acepción que la inspiración es la "acción y efecto de inspirar o inspirarse". Sólo puedo decir que tienen toda la razón.


2. A riesgo de caer en redundancias, creo pertinente ponernos de acuerdo ahora sobre el significado más concreto de "inspirar" o "inspirarse". La RAE dice en su primera acepción que "inspirar" es "atraer el aire exterior a los pulmones".También tienen toda la razón, pero en este caso es más complicado entender qué tiene que ver el aire exterior con la inspiración artística. Con tristeza debo confesarles que la ciencia aún no ha podido resolver este dilema.


3. Alejémonos un poco entonces de este enfoque lingüístico y acerquémonos a lo empírico. He aquí una transcripción de una entrevista hecha por nuestro reportero Antonio García a la señora Beatriz Testoy, la persona que ostenta el Récord Guiness del ser humano que ha permanecido en estado de inspiración continua por más tiempo. Madame Testoy, como le gusta que la llamen, lleva 27 años inspirada, con tan sólo una interrupción de 5 minutos hace 8 años, cuando, en una distracción, prendió por unos momentos la televisión de su casa. Leamos este increíble testimonio:


Antonio García: Madame Testoy, antes que nada, es un honor estar aquí con usted. Me alegra que haya accedido a concedernos esta entrevista.


Madame Testoy:  Querido Toño, el honor es todo mío. Es un sueño hecho realidad el poder colaborar con "...Y si mi abuelita tuviera malta, sería un corn flake...". Muchas gracias por invitarme. (Se acomoda sus anillos de diamante y sonríe con sus labios botulínicos)


A. G: Al contrario, gracias a usted. Y ahora, para empezar nuestra plática, me gustaría preguntarle algo que seguro estará rondando la cabeza de todos nuestros lectores: ¿Qué se siente estar inspirada?


M. T: Ay, Joaquín... digo, Toño, perdón... es algo que no puedes ni imaginarte. ¡Se siente tan bonito! ¿Alguna vez has tenido hambre y luego comido?


A. G: Ehm... sí.


M. T: Bueno, ¿ves que se te quita el hambre?


A. G: Sí...


M. T: Pues más o menos ésa es la sensación. ¡Jajaja! (Se ríe dejando al descubierto unos colmillos recubiertos de oro) Mira, querido, el estar inspirada es algo del otro mundo. Ahora que estoy continuamente en este estado pienso que toda mi vida anterior fue un completo desperdicio... ¡Gracias a Dios que existen los extraterrestres!


A. G: Perdone... ¿extraterrestres?


M. T: ¿Qué no estabas enterado, bombón? Mi loca inspiración se la debo plenamente a los extraterrestres. Escucha, yo solía ser una chica completamente normal. Hacía lo que todas las chicas normales suelen hacer: me deprimía por mi exceso de peso, me enamoraba de cualquier hombre que me cediera su asiento, espiaba a mis compañeros de clase cuando se duchaban después de la clase de gimnasia, participaba en sesiones sadomasoquistas con mi maestro de matemáticas, etc. Tú sabes, nada especial. Pero un día, los extraterrestres visitaron mi casa... y me llevaron con ellos.


A. G: Disculpe, me da mucha pena preguntarle esto, pero debo de hacerlo: ¿usted es Madame Testoy?


M. T: ¡Jajaja! ¡Qué preguntas, chico, qué preguntas! Como te decía, vinieron los extraterrestres y me llevaron en su nave espacial. (Su cara plastificada se queda unos segundos mirando al vacío) Yo sabía, claro está, que esto tenía que pasar algún día, ya que había recibido infinidad de pistas sobre su visita. Sólo que no sabía que iba a suceder tan pronto. En las películas siempre presentan a los extraterrestres como pequeños hombrecillos verdes de grandes ojos y cabeza ovalada. ¿Pues sabes qué?


A. G: Ehh, ¿qué?


M. T: ¡Son exactamente así! Y me dijeron que mi hora había llegado.


A. G: ¿Su hora de qué?


M. T: ¡Espera, querido, para allá voy! Me dijeron que mi hora había llegado. Mi hora de ser grandiosa. Me dijeron que yo estaba destinada a cosas grandes, enormes. Fue por eso que inmediatamente después de haber regresado a mi hogar, fui a colocarme estos implantes. Pero no sólo me dijeron eso, también me hablaron acerca de la inspiración divina.


A. G: Espere... ¿entonces también los extraterrestres creen en Dios?


M. T: Ay, Roberto, digo, Toño, realmente haces cada pregunta. ¿Pues cómo no va a ser así si sólo existe un Dios verdadero, mi niño? ¿A quién le pedirían los pequeños niños aliens que cuidara a sus padres? ¿Quién les daría el pan extraterrestre de cada día? Si desde que existen las telecomunicaciones Dios ha llegado a todos los rincones del universo.


A. G: Sólo hay una cosa que me confunde un poco. Usted dijo inspiración divina, ¿no es así? Bueno, es que nosotros creíamos que lo que usted poseía era inspiración artística.


M. T: ¿Inspiración artística? ¿Eso existe? ¡Jajaja! (Se ríe escandalosamente, agitando con brío sus gigantescas... inspiraciones divinas. En ese momento aproveché para salir de la habitación y escapar de aquel terrible malentendido)


4. Claramente, el significado de inspiración no es nada fácil de aprehender, pues existen cientas de maneras distintas de estar "inspirado". Lamentamos que nuestra experiencia empírica no nos haya dado las pistas que estábamos buscando. Pero esperamos tener más suerte para la próxima. No se pierda la segunda parte de "Para inspirarse como los grandes", donde veremos lo sencillo que es entrar en estado de inspiración en tan sólo 5 pasos.


    Deseándoles dulces sueños plagados de inspiraciones divinas...

...Y si mi abuelita tuviera malta, sería un corn flake...

2 comentarios:

  1. Querida redacción de la abuelita con malta:

    Es preciso comunicarles que me encuentro profundamente ofendida por el último artículo, "para inspirarse...". El motivo es no solamente la inclusión de esta mujer inmoral, irreverente, y seguramente trepahombres, sino sobre todo impostora. Es una mentira total y absoluta el hecho de que esté inspirada. Solamente finje y cobra por ser fotografiada en revistas de variedades y de vaqueritos marcianos.
    Mi hijo, el Dr. Manuel Egido, estuvo muchos años bajo inspiración extraterrestre, muchos más de los que dice esta teatrera arpía: fueron al rededor de 32. Y no fue tan sencillo como tener una bola de marcianitos (que por cierto sí son verdes y ojones) diciéndote "eres el elegido", sino que pasó una serie de pruebas altamente peligrosas y que dejaron marcas tales en su cuerpo y psique, que sería simplemente de mal gusto mencionar cómo lo colgaron tres días de los testículos, escarificaron, obligaron a comerse la mierda de la casa por tres días, además de un pacto de no desposar a nadie, ni siquiera tener novias.
    Y no sólo eso, también tuvo efectos para la gente cercana a él. Yo por ejemplo, me quedé con una frigidez que tarde o temprano me diagnosticaron mis médicos de cabecera. Mi esposo fue de igual manera abducido y convertido en un balero marciano.
    Así quedamos solos mi hijito y yo, mi bebé, mi sol. Nada podía separarnos ¡nada! entiendes? nunca lo habría dejado irse con una cualqueira, ¡como la señora Testoy! Si estuviera inspirada, no estaría tan campante gritándolo por ahí. Es una cruz que se debe cargar, y quizás también es preciso terminar así: como mi hijo, que se fue cortando en pedacitos por años y mandándolos por FedEx a los lugares más recónditos del mundo. Nunca me quiso decir por qué. Todo lo que decía era "¡Ya, ya basta, si no puedo salir de esta casa entero, tendrá que ser por partes!". Un mensaje de la inspiración extraterrestre claro está. Primero fue dedo por dedo. Yo lo observaba y lloraba por él, lo encerraba en el sótano amarrado a una correa para castigarlo, pero nunca aprendió. Después no tuve de otra que sufrir ¡ay! ¡Cómo sufrí! Su último deseo fue mandar su cabeza a Francia, donde sí apreciarían su talento. Exijo que se le haga justicia, y a su vez se exponga a esta Doña Testoy como lo que es: una ursurpadora.

    Atte. Manuela Pirá de Egido

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  2. Si nos hiciera el favor de enviarnos uno de los dedos de su hijo para someterlo a análisis y verificar su historia. Si ésta resulta verídica, recibirá pronto la visita de uno de nuestros corresponsales para que pueda compartir con todo el mundo sus experiencias. Gracias.

    ...Y si mi abuelita tuviera malta, sería un corn flake...

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